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Channel: Gato Teo
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Problemas de Identidad

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     Una de las principales limitaciones de los Homo sapiens es su incapacidad para reconocerse a sí mismos: Los humanos no tienen ni la menor idea de quienes son. Llevan milenios intentando descubrirse y sólo han logrado configurar algunos ingeniosos juegos de palabras como «Pienso, luego existo» y «Ser o no ser». En el Siglo XX algunos filósofos intentaron responder a la pregunta sobre la identidad personal relativizando contextos, como José Ortega y Gasset («Yo soy yo y mi circunstancia») o Jean Paul Sartre («Yo soy yo y mi situación»), pero fue el Premio Nóbel José Saramago quien en el año 2002 expresó una mayor precisión conceptual. En una entrevista que le realizara la periodista Silvia Lemus a raíz de su libro El hombre duplicado, Saramago dijo: «Creo que nos hemos puesto de acuerdo en los últimos tiempos en que el yo no existe, no hay nada de constante, de permanente.» «La pregunta de quién es el otro no tiene respuesta, y tampoco tiene respuesta la pregunta de quién soy yo.» «Hablando con franqueza total, no sé quién soy... soy José Saramago, soy escritor y soy portugués, pero ¿qué significa eso? Esas no son respuestas a la pregunta ¿quién soy yo?»
     Saramago pensaba que «... podemos escribir mil páginas sobre nuestra vida, pero al final seguiremos sin saber quién somos... El yo decididamente se tambalea, no existe. Si existiera sería algo constante, permanente a lo largo de toda nuestra vida, pero el niño que fuimos quedó atrás igual que el adolescente o el adulto y hemos ido cambiando. Por muchos puentes que uno construya en dirección al otro no llegará nunca a saber quién es. Si uno no sabe quién es, ¿cómo va a saber quién es el otro?»
     Esta idea de Saramago respecto a la ausencia de la conciencia del yo en humanos se puede comprobar fácilmente si se le formula a distintas personas la pregunta «¿Quién eres?»
   
     Las respuestas más comunes que se pueden recibir son:

1- Contesta con un nombre. Por ejemplo «Alejandro», sin detenerse a pensar que deben existir miles de sujetos también etiquetados por sus padres como «Alejandro». Por lo cual la etiqueta (o tag) de «Alejandro» no logra definir ni siquiera una generalidad. Un caso similar ocurre con el apellido. Además uno le preguntó quién es, no cuál es el nombre que le pusieron sus padres al nacer.
2- Contesta con un logro personal que considera destacado, en muchos casos de dudosa legitimidad. Por ejemplo: «Soy Máster en Pedagogía». Este punto es delicado, ya que resulta muy improbable que una persona que se define así lleve el documento original que certifica el citado Máster. Además uno le preguntó quién es, no qué tipos de estudios completó.
3- Contesta con su edad y/o nacionalidad. Por ejemplo: «Soy española, tengo 38 años». Pero si se tiene en cuenta que España tiene alrededor de 48 millones de habitantes, y que hace 38 años nacieron en el mundo miles y miles de personas de distintas razas, el hecho de ser española y tener 38 años se deriva en una información irrelevante a la hora de definir una identidad. Además uno le preguntó quién es, no en qué país nació o hace cuántos años lo hizo.
4- Contesta asegurando la propiedad de algo. Por ejemplo: «Soy el propietario del departamento del primer piso». En este caso el consultado reduce la complejidad de su identidad a la simpleza de un inmueble, lo que revela solamente mezquindad existencial. También es muy común escuchar respuestas del tipo «Soy el dueño del Fiat Palio azul», con lo que se agudiza el matiz del ejemplo anterior. Además uno le preguntó quién es, no qué tiene.
5- Contesta con un posicionamiento filosófico o una convicción ideológica. Por ejemplo: «Soy neohegeliano de izquierda». Este tipo de respuestas generan una particular confusión, porque es como si a la pregunta «¿Qué hora es?» se la tratara de resolver con «Nublado» o «Domingo». Los neohegelianos de izquierda son sólo una leyenda urbana. Además uno le preguntó quién es, no cuál es el eje teórico de su onanismo intelectual.
6- Contesta con preferencias musicales. Por ejemplo: «Soy fan de Britney Spears» (o Wendy Sulca, o Fito Paez, etc.). En este caso ya no podemos hablar de desconocimiento de la propia identidad, sino que estamos en presencia de una literal desintegración del «Yo».
7- Contesta con una adherencia a íconos populares o populistas. Por ejemplo: «Soy hincha de Boca y peronista». Esta es una respuesta típicamente argentina que comúnmente se acompaña con frases como «¡El Diego (Maradona) es lo más grande que hay!», «Messi pecho frío» o «¡Viva Perón, carajo!». Además uno sólo le preguntó quién es.
8- Contesta con su creencia religiosa. Por ejemplo: «Soy católico apostólico romano». Pero ser católico en el siglo XXI sólo define una voluntad de frenar cualquier evolución que se manifieste en los tejidos sociales, no configura identidad alguna. Además uno le preguntó quién es, no de qué creencia dogmática es víctima.
9- Contesta con su elección sexual. Por ejemplo: «Soy lesbiana». Lo cual es equivalente a contestar «Me gusta más el color rojo que el amarillo», o «Prefiero la paella a la fideuá». Y uno le preguntó quién es, no qué gustos tiene.
10- Contesta con un episodio coyuntural o una acción pasada. Por ejemplo: «Soy la que le tiró la piedra al loro», o «Soy el que se folló a la hermana del Xavi». Pero en la vida de una persona suceden infinidades de cosas, y definirse por sólo una de ellas es perderse sin remedio en los laberintos de la ontología. Además uno le preguntó quién es, no qué estupidez hizo.

     Está claro que la confusión humana con respecto a su identidad tiene dimensiones extraordinarias, por lo que intentaré desde mi pragmatismo felino realizar un breve tutorial para intentar aclarar en forma muy simple el meollo del asunto.
     Para intentar visualizar su identidad, los humanos deberían en una primera etapa reconocer los principales parámetros de su especie. Una vez que han tomado conciencia de la especie a la que pertenecen, deberían implementar una segunda etapa de conciencia para aproximarse así a características propias más personales. Por ello habría que reconocer dos tipos de contextos identitarios: un contexto de identificación general, que define la especie animal a la que se pertenece; y un contexto de identificación particular, que precisa las características sobresalientes de un sujeto determinado.
     A continuación se exponen algunas respuestas verosímiles a la pregunta «¿Quién eres?», en los citados contextos.

CONTEXTO DE IDENTIFICACIÓN GENERAL
 ¿Quién eres?
 Soy alguien que, al igual que la gran mayoría de los individuos de su especie, no tiene conciencia grupal.
 Soy un individuo aterrorizado que pertenece a una especie depredadora que desde hace algunos de siglos se ha transformado en plaga.
 Soy una persona que refleja la estadística media de una especie cruel y violenta que se dedica a hacer estragos en su hábitat natural.
 Soy alguien que, a diferencia de las aves migratorias, las mariposas Monarca, las hormigas o los pingüinos, ha perdido la capacidad de pensarse a sí mismo como especie biológica, asegurándose así un futuro incierto y trágico.
 Soy un sujeto absolutamente irresponsable, que jamás mide el impacto real de sus acciones.
 Soy una persona fetichista, que rige todos sus actos (éticos y estéticos) en función de un conjunto de supercherías y creencias delirantes.
 Soy alguien que, a pesar de haber completado estudios terciarios y leer buena literatura, es profundamente ignorante, porque no logra superar el miedo a la muerte ni disfruta el aire fresco de una mañana cualquiera.
 Soy una persona que conoce perfectamente el patético estado de las sociedades modernas, pero que no tiene el valor de hacer nada para generar un cambio.
 Soy un individuo que no entiende nada de lo que ocurre a su alrededor, portador de una contundente torpeza para vivir, con grandes limitaciones para sentir placer, y que a pesar de todo se cree alguien especial.
 Soy algo muy poco especial y corrupto que se siente único e inmaculado.
 Soy una vulgar bolsa de carne que contiene huesos y agua, y que comete el error de considerase un ente exclusivo en el infinito del universo.
 Soy una persona haragana, egoísta y sin ideas, que disfruta de los placeres de la vida gracias al trabajo de los demás.
 Soy alguien que sabe disimular muy bien su profundo odio por las personas de raza negra y su desprecio por los débiles, enfermos, pobres, y homosexuales.
 
CONTEXTO DE IDENTIFICACIÓN PARTICULAR
     Generalmente la gente se define a sí misma enumerando sus principales virtudes o logros sociales, y ocultando celosamente todo aquello que puede ser mal visto a escala social. De esta manera se puede apreciar que un humano sin conciencia del yo confunde la identidad con el marketing, en una suerte de capitalismo psíquico o espiritual. Por eso, una aproximación verosímil a la propia identidad debería estar compuesta por una descripción más completa, que refleje al menos un mínimo de realidad.
     Veamos dos ejemplos:
¿Quién eres?
Ejemplo en sujeto masculino
Respuesta sin conciencia del yo:
 Soy periodista y escritor. Nací en Catalunya y tengo 35 años. Trabajo como freelance en distintos medios nacionales y soy autor del libro Masonería y crisis financiera. Vivo en pleno centro de Barcelona.
Respuesta verosímil:
 Mi hobby es la escritura, y aspiro a poder ganar la atención de algún periódico local. Nací en Catalunya, tengo 35 años y me mantengo económicamente con una mensualidad que me depositan mensualmente mis padres. He colaborado con varias notas en la revista mensual de 24 páginas que edita un grupo de jóvenes en la biblioteca pública de mi barrio. Escribí un texto de 34 páginas titulado Masonería y crisis financiera, donde expongo la responsabilidad que tienen los Illuminati y sus contactos extraterrestres en la actual crisis económica que asola al mundo. Hice 23 fotocopias del texto, lo grapé y lo repartí entre mis amigos, ya que no pude vender ni uno. Vivo en un piso de 20 metros cuadrados sin célula de habitabilidad, en una callecita del Raval, en Barcelona. Aunque el tamaño de mi pene es muy pequeño, las novias que he tenido siempre han elogiado mi buena disposición para hacerles cunnilingus. Me encanta desayunar café con leche con ensaimadas.
 
Ejemplo en sujeto femenino
Respuesta sin conciencia del yo:
 Soy psicóloga. He realizado varios cursos de postgrado en EEUU y trabajo como consultora en recursos humanos para una importante empresa multinacional. Estoy casada y tengo un hijo.
Respuesta verosímil:
 Pagué todas las cuotas en una universidad privada de psicología y obtuve el título de licenciada. También he abonado varios cursos de postgrado en EEUU y trabajo engañando asalariados en una empresa corrupta que evade impuestos y que lava dinero. Estoy casada con un perdedor de vientre generoso y tengo un hijo que no deseé. Soy muy insegura y desde pequeña tengo fantasías sexuales con mi padre, lo que me genera una fuerte angustia. Creo que es esa angustia la que me empuja a serle infiel a mi marido con el primero que se me cruza. Y creo eso porque el sexo no me motiva el placer, ya que soy frígida. Me gusta andar en bicicleta y juego bastante bien al paddle.

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     Conclusión
     Si un humano se enfrenta a un espejo y trata de ser sincero consigo mismo, implementando la estructura de los ejemplos anteriormente expuestos, tendrá la posibilidad de realizar un importante avance en el camino del autoconocimiento. Y si no se suicida ni se deprime al descubrir su patetismo interno, se le abrirá un nuevo mundo ante sus ojos.

   
Un servidor...
Gato Teo
(gatoteo@gmail.com)

Foto: L.R.

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